jueves, 14 de abril de 2011

Nuestros columnistas. Miguel Ángel Ortega.

Hola, chicas (y chicos):

    Me piden que os cuente si alguna columna de las que he escrito ha enfadado a alguien. O le ha gustado muchísimo. 
    La verdad es que como vivimos en un país en el que los unos respetamos la opinión de los otros (por lo menos así lo decimos), nadie suele enfadarse demasiado por lo que otro escribe. Además, en la radio, la televisión y los periódicos opina tanta gente que muchas opiniones no las tiene nadie en cuenta. 
    Yo creo que las mías deben de ser de esas.
    Bueno... una vez me dijeron que un alcalde se enfadó mucho por algo que escribí y empezó una rueda de prensa despotricando en contra de mi opinión.
    Y otra vez un señor que trabaja en un sitio en el que lo han puesto los políticos también se enfadó conmigo por algo que dije. Hasta me escribió una carta y me dijo que mi opinón no era mía sino de un partido político. Naturalmente le contesé para recordarle que yo no pertenezco a ningún partido pero que él trabajaba de eso que trabajaba gracias a un partido.
    Como veis no es mucho. Ni en la cantidad del enfado ni en la cantidad de los enfados. Dos después de más de trescientas columnas no es gran cosa.
    Pero también es verdad que mucha gente me hace comentarios sobre el contenido de las columnas. Cuando empecé a escribirlas suponía que no las leería nadie. Los primeros comentarios me llegaron de mis familiares y amigos cercanos, claro. Pero según ha pasado el tiempo, recibo mucha información sobre las columnas. La propietaria de una tienda de comestibles me comenta que llevo razón en no sé qué. El charcutero del supermercado me felicita porque está de acuerdo con otra cosa. Más de dos me han dicho que no entienden lo que digo y se echan la culpa por no ser muy letrados cuando la culpa es mía por no explicarme bien. El otro dia, el dueño de un bar me felicita y me recuerda que una vez fuimos amigos...
    Sí, creo que hay gente que lee mis columnas y, por respeto a esas personas, les dedico mucho tiempo. A veces, muy pocas, escribo alguna que no me gusta en absoluto y, cuando la mando, me siento mal conmigo mismo. Porque siempre trato de enviar al periódico algo que me parece digno de ser leído y hasta que no lo consigo no dejo de corregir, cambiar ideas, frases o incluso cambiar de tema y empezar la columna de nuevo.
    Muchas veces, cuando las cosas no me salen bien, pienso en el último comentario que me han hecho, pienso en la persona que lo ha hecho y que quizás al día siguiente vuelva a leer lo que he escrito. Y me digo que si él se va a tomar el trabajo de leer mi columna, si él va a dedicar una parte de su tiempo a considerar lo que yo he escrito, yo no puedo rematar esa columna de cualquier manera.
    A lo mejor no le gusta a ese lector. O no le gusta a nadie. A lo peor es una malísima columna. Pero yo me he esforzado en hacerla lo mejor que sé por respeto a quienes me vayan a leer.    

Miguel Angel Ortega

4 comentarios:

Los noticieros de Huerta dijo...

Gracias por participar en la Senda de las Palabras. A partir de ahora nos fijaremos más en su columna para leerla. Un saludo

The Girls dijo...

Gracias por vuestra colaboración y vuestra ayuda que nos ha servido de mucho.

Saludos

florentino perez dijo...

holaaaaaaaaaaaaaa

icarly dijo...

Hola y muchas gracias por atendernos e informarnos de vuestro trabajo con el fin de entender un Poquito mejor vuestro trabajo diario